La fábrica Bristol produjo el prototipo M1 en 1916, el cual tras un período de pruebas dio origen al modelo de serie M1C en 1917. El modelo fue comandado en pequeñas cantidades por el Real Cuerpo Aéreo Británico y algunos ejemplares prestaron servicio en Medio Oriente, Mesopotamia y Macedonia.
A pesar de su gran velocidad, el M1C fue visto con desconfianza por los pilotos ingleses, por lo que no sirvió en primera línea en el frente europeo. Chile recibió una partida de estos aviones a fines de 1918, como parte del material aéreo enviado por Gran Bretaña en compensación al haber empleado durante la guerra acorazados que nuestro país construía en astilleros británicos desde 1910.
Una vez ensamblados los M1C fueron destinados a la Escuela de Aviación. El 12 de diciembre de 1918, el Teniente Dagoberto Godoy, en el Bristol M1C N° C-4988, efectúa el primer cruce de la Cordillera de los Andes por su parte más alta en una aeronave más pesada que el aire, concretando una antigua aspiración de pilotos chilenos y argentinos tanto civiles como militares. Por este vuelo Godoy ganó un premio de 50.000 pesos establecido por los gobiernos de Chile y Argentina en 1916, para quién cruzara primero en aeroplano la Cordillera por su parte más alta.
El 5 de abril 1919, el Teniente Armando Cortínez, en el Bristol N° C-4987 realiza un vuelo entre el Bosque y Mendoza sin la autorización de sus superiores. Logra evitar el castigo efectuando el vuelo de retorno el 16 de abril, siendo éste el primer cruce de los Andes en ambos sentidos.
Posteriormente algunos M1C fueron asignados a la Primera Compañía de Aviación y movilizados al Norte del país en 1920, en un momento de tensiones fronterizas en esa región del país.









