El 21 de octubre de 1953 la Fuerza Aérea de Chile (FACh) formalizó una orden de compra en Inglaterra por cinco unidades del entrenador DH-115 “Vampire”, cuya designación de exportación era TMk-55, reactores que habían entrado en servicio en la RAF en marzo de 1952 y para mayo de 1953 se había iniciado la entrega también para la Royal Navy. En consecuencia el “Vampire” era en esa época uno de los más modernos aparatos de este tipo y su eficiencia, producto de su baja cantidad de horas hombre requeridas en su mantenimiento, lo mantuvieron en la línea de vuelo en muchas Fuerzas Aéreas hasta la década de los 70.
El contrato de adquisición estipuló entre otros; “que los aviones contaran con la carlinga modernizada de gran visibilidad, sistema de calefacción y refrigeración de cabina, implementación de miras giroscópicas Ferranti, una cámara registradora, equipos VHF, estanques desprendibles de 100 galones, porta cohetes y portabombas” y en forma paralela, se gestionó la adquisición de los cañones de 20 mm.
Una vez recepcionados los aviones en la fábrica de Havilland en Chester, fueron desarmados, embalados y enviados vía marítima a nuestro país a fines de enero de 1954. Posteriormente, los “Vampire” se comenzaron a ensamblar escalonadamente a principios de abril en la maestranza de la Línea Aérea Nacional, en uno de los hangares de la antigua fábrica de aviones Curtiss ubicada en Los Cerrillos.
De esta forma, y luego de tres semanas de arduo trabajo, el 28 de abril de 1954 el piloto e ingeniero británico de la fábrica de Havilland, George Errington, despegó a los mandos del “Vampire” J-03 efectuando un vuelo de pruebas que duró una hora. Al día siguiente nuevamente Errington decoló, esta vez acompañado del comandante René Ianiszewski C., oportunidad en que el vuelo duró 1 hora y 40 minutos, permitiendo al oficial chileno efectuar el repaso correspondiente luego de dos meses y medio sin actividades de vuelo en jets. Ese día 29 de abril, por primera vez un jet de la FACh surcaba los cielos chilenos guiado por un piloto de la institución.
Los nuevos reactores se incorporaron al Grupo de Aviación N° 7 basado en Los Cerrillos, afectando labores de instrucción, hasta que por motivos logísticos fueron trasladados en 1965 al Grupo N° 8 de Cerro Moreno.
Esta nueva asignación trajo también como resultado que los “Vampire” se utilizaran para efectuar cursos tácticos, razón por la cual fueron armados con cohetes SURA y HVAR, además de bombas de guerra, de práctica e incendiarias, obteniéndose así de estos jets el máximo de provecho desde que fueran incorporados a la FACh.
En febrero de 1973, se adquirieron diez nuevos “Vampire”, los cuales junto al J-301 sobreviviente, fueron ahora destinados al Grupo N° 4 basado en Chucumata, Iquique.
Posteriormente, en 1977 estos nobles jets son nuevamente transferidos a Cerro Moreno, hasta que a finales de 1980 fueron definitivamente retirados del servicio.
Actualmente, el Museo Nacional Aeronáutico y del Espacio, preserva en excelente condición, uno de estos ejemplares en el Hangar de Ractores de Combate.