25.- Donan documentos de José Ojeda Pacheco, Precursor aeronáutico chileno.

En una emotiva reunión, el Museo Nacional Aeronáutico y del Espacio (MNAE) recibió el día de hoy, una importante donación consistente en una carta y fotografías originales relacionadas con la vida militar del Ex – Suboficial de Ejército y Ex Mayor de Carabineros, José del Carmen Ojeda Pacheco, precursor de la aviación chilena.

De manos de su hija, doña Luz Benigna Ojeda Acevedo, el MNAE incorporó a su Archivo de Documentos y Fotografías esta importante contribución, de real valor museológico; aporte que ayudará a ilustrar la historia de los precursores de la aeronáutica y conservar viva su memoria.

Según la menor de los hijos de la familia Ojeda Acevedo, de 73 años de vida, la obra de su padre le significó dsarrollar una abnegada y honrosa trayectoria, la cual, lo llevó a destacar ante el desarrollo de los rudimentarios vuelos, dejando una huella que perdura hasta el día de hoy.

“Mi padre fue un hombre muy orgulloso de haber sido aviador, fue un sueño hecho realidad para él. Quiso volar y aprendio a volar, en tiempos en que pocos lo hacían (“¦). De hecho, una de sus fortalezas fue que no buscaba disculpas, sino soluciones, si no tenía suficiente escuela; estudiaba de noche y practicaba más, si tenia mala letra escribía y hacía copias todos los días, realmente un hombre absolutamente completo”, indicó Ojeda.

¿PERO QUIEN FUE JOSE DEL CARMEN OJEDA PACHECO?

Alumno distinguido de la antigua Escuela de Suboficiales de San Bernardo, egresó con las primeras antigüedades del Establecimiento, con el grado de Cabo Primero fue destinado al Regimiento Llanquihue de Puerto Montt, a fines del año 1915.

Ascendido a Sargento 2°, se presentó a la Escuela de Aeronáutica Militar de El Bosque, en abril de 1916, para rendir examen de admisión, a objeto de integrar el 4° curso de aviación.

Aprobado en el examen, dio evidentes demostraciones de su capacidad, tanto en la instrucción teórica como en la práctica, logrando destacarse entre sus compañeros de curso, por lo que fue designado entre los primeros para rendir las pruebas reglamentarias exigidas por los “Brevet de Piloto y Piloto Militar”, cuya prueba final la realizó satisfactoriamente el 30 de noviembre de 1917.

Con la formación de la Primera Compañía de Aviación, en julio de 1918 y debido nuevamente a sus sobresalientes dotes de aviador, la superioridad del servicio solicitó su traslado a esta nueva unidad aérea.

PROESAS REALIZADAS

El 7 de julio de 1918, Ojeda ejecutó un espectacular vuelo: debido a un cerrado viraje, el avión Magallanes que piloteaba se invirtió a 800 metros de altura, por haberse quebrado la campana de control que poseía, aterrizando en esta posición y saliendo milagrosamente con vida, tras haberse posado (el avión) encima de una acequia que servia de riego a la cancha; resultado: fractura de clavícula y costillas. Este vuelo fue difundido en toda Sudamérica y no se conoce de otro vuelo parecido donde haya salido con vida el piloto.

El segundo vuelo de importancia lo realizó el 8 de agosto de 1919, cuando recibió la orden de comprobar el techo máximo del Bristol N° 4993. En poco más de una hora, ascendió a 6.500 metros, experimentando molestias (cansancio y sueño) causadas por la falta de oxigeno, pero, deseando cumplir estrictamente la orden recibida y alcanzar un triunfo para la aviación militar, continuó ascendiendo, hasta llegar a 7.188 metros, conquistando con tan valioso esfuerzo, el récord Sudamericano de altura.

Iniciando el descenso, se desprendió la hélice del avión cuando se encontraba a 6.000 metros sobre la Cordillera Andina, ocasionándo daños de consideración al aparato, con evidente peligro para la vida del piloto, quien salvó gracias a su habilidad y presencia de ánimo, considerando que el motor se sostenía solamente de un perno y el tren de aterrizaje deteriorado.

Ojeda debío ser sacado del avión semi-helado y trasladado rápidamente a la enfermería de la Escuela, donde le realizaron diversas atenciones. Esta hazaña tuvo resonancia incluso en el viejo mundo, recibiendo innumerables felicitaciones la aviación militar y su valiente autor.

Entre otros importantes hitos realizados por este insigne piloto fue realizada a fines del año 1921. En el avión Morane Soulnier, ejecuto “diez” looping continuados, prueba acrobática que no se había realizado en Chile, ni aún por los integrantes de la misión inglesa que dirigía el Mayor Scott en esa época.

Es importante destacar que todos estos datos históricos fueron recopilados de los documentos entregados por la propia hija, doña Luz Benigna Ojeda Acevedo, donados al MNAE.