En el mes de agosto tenemos, sin lugar a dudas, uno de los hitos más importantes en la aeronáutica nacional, nuestro primer paso en esta materia; el primer vuelo de un avión en Chile.
La máquina que efectuó tan significativa hazaña, fue el aeroplano monotor Voisin con un motor Gnome de tan solo 50 HP, que con motivo de la celebración de los cien años de nuestra independencia, fue traído a Chile por los primos David Echeverría Valdés y Miguel Covarrubias Valdés, quienes le encargaron la proeza al piloto francés radicado en Chile Cesar Copetta Brosio.
Recordando un poco la historia de este osado piloto, él y su hermano comenzaron su actividad en Chile construyendo y arreglando bicicletas, para posteriormente pasar a ser mecánicos de automóviles. El famoso Taller de los Hermanos Copetta, cuyo diorama se puede ver en nuestros salones, estaba ubicado en la calle Ejercito en nuestra capital, y fue por esto que David Echeverría, se contactó con César Copetta y le comentó de sus planes de traer un avión y realizar el primer vuelo para el centenario de nuestra independencia, ante esta noticia, el hasta entonces mecánico, decidió viajar a Francia y realizar el curso de pilotaje para ser él mismo quien condujera el avión.
De esta manera fue como el 21 de agosto de 1910, en la chacra Valparaíso, actualmente el sector comprendido en la intersección de las calles Ramón Cruz con Irarrázaval, se llevó a cabo este gran suceso que sería en definitiva, el inicio de la historia aeronáutica de nuestra patria.
