12.- Aeródromo de Batuco y las primeras hazañas Aeronáuticas de Chile

21 de febrero de 2020

El primer vuelo en Chile, realizado por Cesar Copetta el 21 de agosto de 1910, motivó el desarrollo de la actividad aérea en el país y Batuco se transformó en un importante campo para esta incipiente actividad.  

Dentro de la aviación, los vuelos de exhibición se transformaron rápidamente en una actividad prometedora. De ahí surge la creación de la Sociedad Nacional de Aviación, una entidad con fines de lucro patrocinada por Carlos Guerra y Manuel Benítez, quienes habían adquirido el histórico Voisin de Copetta para realizar estas exhibiciones al público y que comandaría el aeromodelista español Antonio Ruiz.

Por otro lado, un empresario circense capitalino que poseía un ejemplar Bleriot adquirido en Francia y armado en el garaje de los hermanos Copetta, realizó las primeras pruebas de vuelo en el aeródromo de Batuco antes del ansiado estreno. Estas estuvieron a cargo del conocido acróbata Eduardo Stoeckelbrand y del joven mecánico, Henri Muller.

Finalmente, el 14 de marzo de 1911, ambas aeronaves efectuaron demostraciones de vuelo en el aeródromo de Batuco. Stoeckelbrand capotó en el Bleriot en su tercer intento por elevarse, sin embargo, Ruiz, realizó numerosos vuelos en el Voisin en compañía de periodistas de diferentes medios como “El Diario Ilustrado”, “El Mercurio” y “La Unión”, de Valparaíso, entre otros.  

De esta forma, Batuco se convirtió en la cuna de lo que hoy conocemos como Festivales Aéreos y pasó a ser el principal campo de vuelo para los entusiastas aviadores de la época, ofreciendo un amplio espacio para realizar todo tipo de prácticas aéreas.

Primeros hitos y el logro del Primer Raid en Territorio Nacional

Diversas aventuras aéreas marcaron a Batuco desde sus inicios. Desde este aeródromo, por ejemplo, el teniente Eduardo Molina Lavín, logró convertirse en el primer aviador nacional y oficial de Ejército en servicio activo, en volar en Chile cuando el 4 de abril de 1912, se elevó en dos ocasiones en el famoso aparato fabricado por los hermanos Copetta, llamado “El burrito”.

En este mismo lugar, el 21 de mayo de 1912, el aviador Luis Acevedo realizó exitosas prácticas de vuelo a bordo de su Bleriot, con la finalidad de realizar una exhibición pública en el Parque Cousiño que le reportó significativas ganancias.

Sin embargo, una de las hazañas más importantes registradas en este aeródromo, fue el Primer Raid Aéreo realizado en Territorio Chileno llevado a cabo hace 107 años por Clodomiro Figueroa, el 18 de febrero de 1913. Este vuelo, unió Batuco con Santiago, en media hora de vuelo, en un aparato híbrido de su invención bautizado como “Caupolicán” y con el cual el piloto se adjudicó los récords de altura (1.500 metros) y distancia.

Poco tiempo después, el 23 de marzo de 1913, el mismo Figueroa, efectuó un raid de una hora con veinte minutos que unió Batuco-Santiago-Batuco a bordo del mismo “Caupolicán”. Poco después, en el mismo aparato, Figueroa realizó el raid Batuco-Valparaíso-Santiago, vuelo con el que conquistó el récord de distancia en América, con 300 kilómetros recorridos en un tiempo de tres horas y cuarto. Una verdadera epopeya para esos tiempos y que llenó de gloria a este entusiasta aviador.

También fue en Batuco donde se realizó con éxito la prueba del primer avión construido en Chile. Se trató del “Batuco”, un biplano construido por los hermanos Copetta, inspirado en los modelos Farman y Voisin, propulsado por un motor Renault de 75 hp. En esta aeronave, el 27 de febrero de 1914, Luis Omar Page realizaría el primer vuelo nocturno en Chile.

El aeródromo de Batuco mantuvo sus actividades hasta principios de los años 20, época en la que las operaciones aéreas civiles y militares ya se concentraban en el aeródromo de Lo Espejo.