Este año 2020 se conmemoran 90 años desde la creación de la Fuerza Aérea de Chile el 21 de marzo de 1930, según el Decreto Supremo N° 1.167 firmado por el entonces Presidente Carlos Ibañez del Campo.
El notable desarrollo de la aviación alcanzado a nivel mundial destaca también a nuestro país, prolífero en precursores, ávidos de lograr posicionar el nombre de Chile entre los pioneros en esta disciplina.
Los comienzos de la aviación en el mundo y en Chile
A solo 7 años del primer vuelo en el mundo por los Hermanos Wright en Kitty Hawk, Ohio, Estados Unidos, el 17 de diciembre de 1903 en su avión FLYER. En ese mismo año, Arturo Merino Benítez, un joven nacido en Chillán el 17 de mayo de 1888 ingresaba como Cadete a la Escuela Militar.
Un chileno avecindado en Francia se esforzaba en consolidar sus conocimientos para crear aviones, su nombre José Luis Sánchez Besa, el cual se convirtió, en 1909 en el primer chileno en despegar en un avión, quien en esa época también fortalecía su amistad con el Brasileño Alberto Santos Dumont, quien en 1906 levantaba las primeras alas de Sudamérica.
El país ya mostraba el esfuerzo y valentía de su gente, arriesgando la vida para impulsar el Primer Vuelo en Chile, en lo que hoy consideramos una precaria aeronave, el biplano Voisin, en que César Copetta y su hermano Félix lograban la hazaña un 21 de agosto de 1910, en la chacra Valparaíso en la actual Plaza Ramón Cruz, comuna de Ñuñoa, Santiago.
A través de los esfuerzos y estudios de hombres notables como el Oficial de Ejército Pedro Pablo Dartnell Encina, quien en 1910 realizó su visionario informe emitido en Paris, donde declaraba que era de extrema necesidad, crear un servicio de aviación en Chile, impulsaron la necesidad de instaurar una organización con sólidos principios éticos y profesionales para dotar al país de un estamento dedicado a desarrollar esta nueva forma de transporte para el país.
Es así como en 1913 se crea la Escuela de Aeronáutica Militar, actual Escuela de Aviación, que une las Unidades Militares y Navales
Desde entonces y con la inspiración de los primeros osados aviadores, entre los cuales también se encuentran David Fuentes, Luis Omar Page, Luis Alberto Acevedo y Clodomiro Figueroa, se fortalece la ruta que lleva a Chile a posicionarse como uno de los países que logra avances significativos en la aviación.
En 1913 el aviador militar con más experiencia, con estudios en Europa y cursos de perfeccionamiento en la Escuela de José Luis Sánchez Besa, el destacado Capitán Manuel Ávalos Prado realiza el primer vuelo de un aviador militar en una aeronave institucional.
Emerge la figura de Arturo Merino Benítez.
En 1913 Arturo Merino Benítez ya ostentaba el rango de Capitán y había destacado por su inteligencia y excelentes calificaciones. Luego de ser asignado a distintos regimientos del país, fue enviado a Brasil en el año 1922 como oficial agregado de la embajada chilena. Durante su estadía en Rio de Janeiro Merino Benítez comenzó a desarrollar su interés por la aeronáutica militar.
Cuando regresó a los servicios aéreos de la Escuela de Aeronáutica Militar dependiente del Ejército y en 1926 es asignado como Director, desafío que le permitió impulsar sus ideas y proyectos sobre la orientación más adecuada para la aviación militar, civil y comercial.
En mayo de 1928 funda el Club Aéreo de Chile y apoya la creación de clubes aéreos a lo largo del país, propiciando la participación de jóvenes y personas afines a la aviación.
En 1929 creó la Línea Aeropostal Santiago-Arica. En diciembre del mismo año crea el Servicio Aeropostal a Puerto Montt y el Servicio Experimental Aéreo a Aysén, permitiendo la conexión vía aérea entre los puestos fronterizos de Futaleufú, Alto Palena, Balmaceda y Cochrane. Dispuso además la creación del Gabinete de Fotogrametría Aérea el 12 de julio de 1930, servicio fundamental para lograr una cartografía más completa del país y que actualmente conocemos como Servicio Aerofotogramétrico. Realizó diversos viajes, buscando la factibilidad de establecer rutas para lograr conectividad aérea y resguardar la soberanía nacional.
En uno de estos viajes de reconocimiento realizado el 27 de enero de 1930 la aeronave Junckers N° 7 sufre un accidente en el sector de Aguas Frescas, cerca de la Isla Dawson, en el que resultaron fallecidas tres personas y parte de la tripulación logra sobrevivir, entre ellos Arturo Merino Benítez.
Con tenacidad y claridad unida al apoyo de la máxima autoridad del país, el 5 de marzo de 1929 fundó la Línea Aérea Nacional (LAN), reconocida como la primera línea aérea del país y una de las más antiguas del mundo, a partir de las rutas experimentadas con anterioridad que hicieron posible conectar puntos muy distantes del país, vía aérea.
En marzo de 1930 el Presidente Carlos Ibañez del Campo promulgó el decreto que crea la Fuerza Aérea Nacional, Actual Fuerza Aérea de Chile y la Subsecretaría de Aviación.
En el mismo año se crea la Dirección de Aeronáutica, actual Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), entidad dependiente de la Comandancia en Jefe de la FACH rinde un sentido homenaje a los hombres y mujeres que prestan sus servicios no sólo a la Institución, sino a todo el país; haciendo soberanía, brindando protección y en situaciones como la actual crisis sanitaria, se vuelve un servicio esencial para el transporte de personas a través de evacuaciones aeromédicas, transportando además insumos, medicamentos y prestando auxilio ante emergencias, como en tantas otras ocasiones por desastres naturales tales como terremotos, tsunamis o catástrofes en las que se ha requerido en distintos lugares del país, brindando su cercano apoyo, no importando condiciones; asumiendo riesgos para socorrer a los habitantes, sin distinción alguna.
La Fuerza Aérea de Chile es una Institución fundamental para el desarrollo del país y su trabajo no sólo está referido a temas de apoyo logístico, resguardo de soberanía de espacio aéreo, medicina de aviación y del personal, escuelas de formación (Aviación, Especialidades), Academias, tecnología satelital, sumado al trabajo que realiza cada una de las Brigadas y Unidades que la componen; también se ha transformado en aporte a la cultura a través de su Banda Sinfónica y del Team de Alta acrobacia HALCONES, que ha cosechado diversos premios a nivel nacional e internacional por la destreza, sincronización y valentía de los pilotos que lo conforman, junto al apoyo de su equipo de mecánicos, quienes han sido reconocidos como Campeones Mundiales de Acrobacia en Francia.
Es la ocasión propicia para hacer presente nuestro reconocimiento al profesionalismo y dedicación demostrada a lo largo de estos 90 años de servicios de excelencia al país.
¡Felicitaciones a todas y cada una de las Unidades que la integran!