En esta oportunidad destacaremos un hito de gran importancia para la historia aeronáutica de nuestro país; se trata del primer vuelo de un avión a reacción de la Fuerza Aérea de Chile (FACh), que a su vez marca el inicio de la “Era del Jet”.
En 1954 la FACh adquirió en Inglaterra cinco aviones a reacción De Havilland DH-115 “Vampire”, los cuales llegaron vía marítima a nuestro país.
A principios de abril de ese año, comenzó el ensamblaje de uno de ellos (J-03), labor que se realizó en los hangares de la antigua fábrica de aviones Curtiss ubicada en Los Cerrillos y que para ese entonces estaba transformada en maestranza de la Línea Aérea Nacional.
Finalizado el proceso de armado del primer “Vampire” y realizadas las verificaciones de rigor, el aparato quedó a disposición para realizar las primeras pruebas de vuelo para su entrega oficial.
Fue así como el 28 de abril de 1954 George Errington, piloto de pruebas e ingeniero británico de la compañía De Havilland, despegó pilotando el DH-115 J-03 en un vuelo de aceptación que se prolongó por alrededor de una hora.
Al día siguiente, la aeronave volvió a elevarse por los cielos chilenos, esta vez transportando también al Comandante René Ianiszewski C., quien aprovechó para efectuar un reentrenamiento en el pilotaje de estas aeronaves.
Posteriormente, 30 de abril, el “Vampire” J-03 decoló nuevamente, ahora llevando en los controles al Comandante Ianiszewski en un vuelo “solo” que tuvo una duración total de 1 hora y 5 minutos.
De esta manera, la FACh había comenzado una nueva era, la que con el tiempo se ha visto coronada de grandes éxitos y logros.
Actualmente, el Museo Nacional Aeronáutico y del Espacio posee dos aviones de este mismo tipo como parte permanente de su Colección de Aeronaves, los que testimonian nuestro glorioso pasado aeronáutico.