MUSEO NACIONAL AERONÁUTICO Y DEL ESPACIO DE CHILE.1944-2020
Los 76 años del Museo Nacional Aeronáutico y del Espacio hacen conveniente responder una serie de interrogantes, las cuales se relacionan no sólo con la fundación del museo, sino también con las circunstancias que la rodearon, las motivaciones e influencias que llevaron a considerar necesaria su creación y el contexto en que esta se efectuó.
Al comenzar la década de 1940, aún vivían muchos de los precursores civiles y militares de la aeronáutica nacional, quienes constituían una fuente de información histórica de primera mano sobre el período fundacional. Sus recuerdos y archivos personales mantenían viva la memoria de aquella época, facilitando los esfuerzos tendientes a su conservación.
Al mismo tiempo, la época en que se fundó el Museo de Aviación, como se llamó en sus comienzos, conoció importantes esfuerzos en apoyo de la aviación civil, tales como la Colecta Nacional Alas para Chile y diversas iniciativas legislativas que favorecían la creación de clubes aéreos. Todo lo cual era acompañado por campañas de difusión de la actividad aérea, entre las que se encontraban la creación de clubes de maquetismo aeronáutico, vuelo a vela y otros.
En la génesis y desarrollo de buena parte de estas actividades encontramos como un actor importante a Don Enrique Flores Álvarez, oficial de la Fuerza Aérea de Chile con inquietudes históricas, quien sería posteriormente autor de una obra que hoy es una fuente de gran valor para acercarse al conocimiento de la realidad de la aeronáutica chilena en sus primeros años. Asimismo, tras fundarse el Museo de Aviación, Flores sería su primer Director.
CREACIÓN DEL MUSEO DE AVIACIÓN:
En estas condiciones, un Museo de Aviación complementaba los esfuerzos destinados a difundir y apoyar la aeronáutica civil. Las iniciativas en pro de la aviación civil fueron importantes durante el gobierno del Presidente Pedro Aguirre Cerda, destacando la mencionada Colecta Nacional Alas para Chile.
En el mismo período nació el “Círculo de Precursores de la Aviación Chilena”, integrado por los precursores de la aeronáutica nacional, organización que prestó inicialmente su apoyo en la forma de reunir y entregar al Museo objetos patrimoniales para su exhibición.
A la vez, una serie de iniciativas surgidas en el extranjero habrían desempeñado un rol en generar las condiciones adecuadas para la creación del Museo de Aviación, a la par que en otros lugares del mundo. Así, en julio de 1944 estarían conjugados los factores para el surgimiento institucional del museo, confluyendo las voluntades, inquietudes e intereses necesarios para su nacimiento.
Mediante la firma del Decreto Supremo N° 486 el día 13 de julio de 1944, con las rúbricas del Presidente Don Juan Antonio Ríos Morales y su Ministro de Defensa Nacional, el General Don Oscar Escudero Otárola, nació oficialmente el Museo de Aviación, nombrándose como su primer Director al Teniente 1° de la Fuerza Aérea de Chile Don Enrique Flores Álvarez, quien había sido en los hechos el principal impulsor para su creación.
La nueva organización tenía por objetivo “mantener la historia de la aviación militar, demostrar las etapas de su progreso, y estimular el interés público por la aviación nacional”.
El principal énfasis en los primeros momentos del Museo se dirigió a establecer colecciones de maquetas relativas a material aéreo, así como construcciones a escala de antiguas instalaciones aeronáuticas chilenas. Ligadas al Museo se crearon asimismo una Escuela de Aeromodelismo y Planeadores y cursos libres de esa especialidad, destinados a difundir el interés por la aeronáutica.
El Coronel de la Fuerza Aérea de Chile Don Leopoldo Tacchi, quién con el grado de Teniente 1° ocupó el cargo de Director del Museo poco después de su fundación, describe así esa época… “ Un mes después de su creación, en el mes de julio de 1944, fui nombrado su Director y el encargado de supervigilar la construcción de maquetas que en esa época estaban en manos del Sargento Zamorano y del Señor Guillermo Prado. El Museo era solamente eso, 20 maquetas que con el tiempo fueron aumentando en número. Por esta misma razón pienso que el título de Director era ampuloso…”.
Tacchi proporciona un testimonio directo de la situación y cambios del Museo en los años que siguieron a la fundación, ya que como Jefe del Departamento de Divulgación Aeronáutica y de la Oficina OACI de la Dirección de Aeronáutica supervisaba directamente la marcha de la nueva organización. Todo este proceso es seguido con detalle en el documento ya citado, constituyendo la mejor descripción de primera mano de la que podemos disponer actualmente.
Al momento de ser nombrado Director, Tacchi contó con la colaboración directa del Alférez de Reserva de la Fuerza Aérea de Chile Don Eduardo Pinochet Carte, como Conservador del Museo, quien décadas después ocuparía también la dirección, entre los años 1968 y 1971. Pinochet Carte junto a Don Guillermo Prado asumieron la responsabilidad por la Sección de Aeromodelismo, la cual hizo mucho por difundir esta actividad, incluyendo capacitación a profesores y estudiantes lo que se coordinaba con la Sección de Extensión Cultural del Ministerio de Educación.
Desde el punto de vista de la muestra, los primeros años del Museo giraron principalmente en torno a la presentación de maquetas, las cuáles representaban modelos antiguos de aeronaves de la época pionera e instalaciones de bases aéreas como “El Bosque” o “Quintero”. En este mismo período y hasta el año 1958 en Museo ocupó una serie de dependencias, en la mayoría de los casos compartiendo espacios con otras reparticiones, tanto de la Fuerza Aérea de Chile como de la Dirección de Aeronáutica.
Inicialmente estuvo instalado en el antiguo local de la Academia de Guerra Aérea, en calle Catedral, y luego en oficinas de la Dirección de Aeronáutica en Avenida Libertador Bernardo O’Higgins, pasando después al edificio del Museo Histórico Nacional. Finalmente, en 1958 el Museo quedó en receso por falta de local, con sus colecciones depositadas en el recinto de la Escuela de Especialidades de la Fuerza Aérea de Chile.
El receso forzado del Museo se extendería hasta el día 12 de diciembre de 1968, cuando tras gestiones del Círculo de Precursores de la Aviación Chilena, el Museo de Aviación reabrió sus puertas en el Pabellón París, ubicado en Quinta Normal, y cedido por el Ministerio de Bienes Nacionales. Como Director se desempeñaba Don Eduardo Pinochet C., antiguo Conservador del Museo en etapas anteriores.
La principal dificultad que enfrentaba el Museo recién reabierto era la poca cantidad de objetos a ser exhibidos, dado que los largos años de receso y los traslados habían contribuido al deterioro de las colecciones. Esta situación debió ser enfrentada por el nuevo Director, quien contaba con el apoyo del Suboficial de la Fuerza Aérea de Chile Don Mario Cepeda Martínez y dos obreros a jornal.
Con gran esfuerzo de este equipo se logró montar una pequeña muestra, la cual solo permitía ocupar una parte del primer piso del Pabellón París, lo que redundaba en que el público visitante fuera escaso. Enfrentar y superar estas condiciones fue entonces el desafío para el General de Brigada Aérea (A) Don Eleodoro Calderón Loyola, quien asumió la Dirección en 1971, teniendo como principal objetivo el incremento de las colecciones.
Entre 1971 y 1975, el nuevo Director se esforzó en esta labor, principalmente por medio de la obtención de donaciones. Gracias a ello la muestra aumentó de modo notable, ocupando en febrero de 1973 un total de 780 metros cuadrados con unas 1400 piezas en exhibición, lo cual en opinión del Director del Museo debía hacerse dándole “un cierto colorido al material que se exhibe, consiguiendo imponerle un dinamismo muy importante en este tipo de exposiciones”.
Al respecto, los cambios se notaron también en la cantidad de visitantes, los cuales pasaron de entre 200 y 300 diarios en 1971 a un promedio diario de 800 personas a principios de 1973, con un máximo registrado en la época de 1.370 visitas en un día, considerando que el museo atendía solamente domingos y festivos, de 10:00 a 13:00 horas y de 15:00 a 21:00 horas.
Toda esta expansión fue haciendo necesaria a mediados de 1975, realizar profundas labores de adaptación y mejora de las dependencias e infraestructura, lo que incluía la reestructuración de la sala de exhibición.
El Museo reabrió sus puertas el 21 de marzo de 1980, totalmente renovado. Durante los cuatro años siguientes el ingenio, perseverancia y esfuerzo del Director y su equipo, muy reducido, permitieron su funcionamiento satisfactorio y su posicionamiento entre la ciudadanía como un lugar de interés histórico adecuado para visitas de toda edad.
Posteriormente en diciembre de 1984, asumió el cargo el Coronel de Aviación (A) Don Mario Jahn Barrera. A partir de ese momento se planteó e inició una profunda reestructuración y replanteamiento del organigrama y objetivos del Museo, buscando adoptar los parámetros y recomendaciones museológicas establecidas por ICOM (Consejo Internacional de Museos).
Como resultado de la gestión del Coronel Jahn, quién contó con el decisivo respaldo del entonces Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea de Chile, General del Aire Don Fernando Matthei Aubel, se logró aunar las voluntades y esfuerzos para dar al Museo una nueva ubicación y dotarlo de instalaciones adecuadas. Tras evaluar inicialmente ubicarlo en la Base Aérea El Bosque se optó por el Aeródromo de Los Cerrillos, donde se comenzaron las obras el 20 de septiembre de 1988, siguiendo el diseño del Arquitecto Don Fernando Torres Arancibia.
De esta manera, un paso vital en el desarrollo del Museo lo constituyó el traslado en 1992 a sus nuevas dependencias, ocupando edificios especialmente diseñados y construidos para el efecto.
Una vez en Los Cerrillos, el Museo abrió sus puertas al público el 9 de marzo de 1992, siendo inaugurado por el entonces Presidente de la República Don Patricio Aylwin Azócar, y comenzando desde entonces un proceso aún no finalizado y que dice relación con ocupar cabalmente el perímetro que le ha sido destinado, desarrollar nuevos espacios de muestra de sus colecciones, perfeccionar la capacidad de mantenimiento y restauración de la colección de aeronaves y edificar instalaciones adecuadas para el depósito y conservación de colecciones y archivos.
Posteriormente en 1995, mediante la firma del Decreto Supremo N° 800 del 26 de octubre, recibió su actual denominación de Museo Nacional Aeronáutico y del Espacio. Esto representó un aumento de las responsabilidades del Museo, al asumir bajo la condición de nacional la preservación de todas las áreas del quehacer aeronáutico en Chile, ampliando su campo de acción al aspecto de la actividad espacial.
La gestión del Coronel Jahn se caracterizó por consolidar la orgánica y equipos de trabajo, incorporando personal con capacidades y formaciones diversas, las que confluían armónicamente en las tareas propias del Museo, que necesitaban para su desarrollo el uso de técnicas atípicas en otras áreas, o que eran ya obsoletas fuera del marco de un museo.
Desde junio de 2002 a enero de 2003, se desempeñó como Director del Museo el Coronel de Aviación (A) Don Sergio Molina Correa, y desde enero de 2003 a la fecha, ejerce esta función el General de Aviación Don Ricardo Gutiérrez Alfaro.
Desde entonces, el Museo ha sido testigo de un importante incremento de la Colección de Aeronaves, tanto civiles como militares, lo cual ha redundado en el agotamiento de los espacios techados que son los ideales para la conservación de este patrimonio. Superar esta situación es una de las necesidades materiales más importantes del presente de la organización.
Los últimos años también han visto un progresivo aumento de la cantidad de visitantes anuales, denotando una más amplia difusión del Museo y sus actividades, lo que ha hecho posible una mejor inserción en su entorno inmediato y en el resto de la ciudadanía.
Actualmente el Museo desarrolla su programa anual de trabajo en el marco de la planificación general de la Dirección General de Aeronáutica Civil, llevando adelante una activa cooperación con la comunidad que lo rodea y con la actividad institucional y aeronáutica en general, sirviendo como punto de encuentro para diversos actores de la aeronáutica nacional en el desarrollo de sus actividades.