Nuevamente los recuerdos comenzaron a volar en nuestro museo, esta vez, acompañados por el zumbido del motor a reacción, del “avión a Chorro”.
Con la presencia de importantes personalidades del mundo aeronáutico, el día de hoy se conmemoró los 55 años del ingreso de los aviones Vampiro a los cielos de Chile, el inicio de una nueva era en la aviación militar. Esta actividad fue programada por el Instituto de Investigaciones Historico Aeronáuticas de Chile y desarrollada en el Museo Nacional Aeronáutico y del Espacio.
El ambiente de recuerdos y añoranzas se vio reforzado por las evocadoras palabras de Don Sergio Barriga, Director del Instituto de Investigaciones Histórico Aeronáuticas de Chile, quien como siempre, con una documentada alocución histórica, ilustró a los asistentes sobre la adquisición y llegada de los en ese entonces, modernos aviones jet, a los cielos de Chile. Al final de su presentación hizo entrega al Museo de dos Manuales de Instrucción, entregados por la De Havilland al Comandante de Escuadrilla Sr. René Ianiszewski, durante su curso en Inglaterra.
Fue el Comandante René Ianiszewski, acompañado del Ingeniero de la Fábrica De Havilland George Errington, los que un lejano 29 de Abril de 1954, surcaron los cielos de Santiago, por primera vez, en un avión a reacción, marcando con su potente y particular sonido, el inicio de la era del jet en el país.
A Don Alberto Fernández, investigador aeronáutico, le correspondió hacer un recuento de los aviones fabricados por la empresa De Havilland constructora del Vampiro, y su relación con nuestro país, marcando los principales hitos de sus aeronaves. Interesante fue saber que en un avión De Havilland 9, el año 1922 el piloto chileno Diego Aracena realizó su histórico raid Santiago – Río de Janeiro, o bien, que la primera línea aérea privada en Chile, llamada LIPA-SUR , operaba con los De Havilland “Dragon Rapide”, en el año 1949.
Además, nos acompañaron en esta oportunidad, con sus palabras llenas de sentimientos y anécdotas, dos testigos presénciales, dos verdaderos protagonistas de la historia de este avión en Chile, sus pilotos, el Coronel de Aviación (A) Don Renato Valenzuela Romero, quien recordó el primer curso de entrenamiento para volar estos aviones realizado en Inglaterra, quien donó adicionalmente una fotografía original de la Escuadrilla de Alta Acrobacia \”Condores de Plata\”, de la cual fue lider, igualmente, obsequió el buzo de vuelo que utilizara durante su permanencia en tan señera Escuadrilla. Posteriormente, el General de Brigada Aérea, Comandante en Jefe de la Segunda Brigada, Don Carlos Bertens U., cerró este ciclo de recuerdos, centrando sus palabras en el último vuelo de un Vampiro en Chile el año 1980, habían pasado más de 26 años desde su primer vuelo.